¿ Lo que pasa es que llamamos al desorden?

El otro día Su, en el Facebook, me despertó esta idea: ¿ nadie nos da bola porque lo que llamamos es a romper el orden?

Todo venía por mi comentario de que a las feministas no nos sacan en los medios de comunicación en pos de las muchas ocasiones con las que los periodistas de nuestro país dan voz a la obesa curia eclesiástica de este país. Es bien cierto que la Iglesia ha sido siempre un pilar esencial de esta nuestra sociedad, lo sabemos todos y yo no lo puedo negar y por el contrario nosotras, mal bien ajuntadas, no tenemos el peso que estos palurdos tienen.

¿ Por qué este desprecio? Las mujeres nunca hemos formado parte de la sociedad, no como los curas, que casi parecen que la hayan fundado. Su palabra siempre tiene lugar en la opinión pública y se le hace un caso desporporcionado, ocupando hojas y hojas. ¿ Qué defienden? El honor de la tradición judaico-cristiana, la mujer de la cocina al paritorio, el hombre del trabajo a la copa de cognac. Sota, caballo y rey. Hacen de su capa un sayo rogando por la permanencia de tradiciones que se fundaron cuando el mundo era antiguo y que hoy día no tienen razón de ser.

En cambio nosotras hablamos de desviarnos de lo que todo el mundo espera de las mujeres. Nosotras queremos salirnos del camino y eso parece que a España aún no le gusta nada.

Vivimos en un país donde los chistes de mariquitas, gangosos y cojos hacen mucha gracia. Un país de pandereta e inmaduro que no obstante dice ser moderno. Aunque de modernos no tenemos nada. Vivimos en un país donde los obispos sí pueden hacer reclamaciones sobre lo que ellos suponen que les incumbe (léase la vida privada de las personas) pero a las mujeres y los gays, los colectivos siempre en el ojo del huracán de las leyes sociales, nadie nos pone el micrófono en la boca para preguntarnos qué queremos, qué pensamos.

Nosotras no tenemos opinión, parece, nos tenemos que seguir guiando por los pasos de nuestro confesor, que los gays ya encontrarán quien les cure de su enfermedad. Todo para el pueblo sin tener en cuenta al pueblo, puro despotismo ilustrado.

Que no queramos seguir las normas parece inquietar a la sociedad. ¿ O es que no le importa a nadie lo más mínimo? Porque, por mucho que digamos las mujeres, al final lo que queremos es tener hijos y hacer una familia ¿ no? Por eso nadie nos hace caso, porque somos una flipadas y son los demás los que saben más que nosotras lo que de verdad queremos. ¿ Nadie quiere oirnos? Me parece que no.

Así que que no salgamos por ningún sitio nos indica, uno, que no interesamos a nadie, dos, que nuestro rol en la sociedad ya está bastante establecido por los demás que nos sacan de nuestro error, tercero, que lo que opinen los curas sobre nosotras es más importante que lo que nosotras pensemos de nosotras mismas. Y lo peor de todo, que la sociedad se equivoca al ignorarnos porque el futuro será feminista o no será.

4 comentarios en “¿ Lo que pasa es que llamamos al desorden?

  1. Aunque no la comparto 100%, ahí va una aportación al hilo de lo que comentaba antes: http://www.publico.es/espana/288483/el-sentido-de-los-partidos-feministas

    Y es que un partido feminista en España no tiene lugar, me temo. Por desgracia se le relegaría al ostracismo, especialmente en un país como el nuestro. Pero una asociación que opine, se posicione con respecto a las decisiones políticas que tengan que ver con las mujeres, tenga voz en la prensa y demás… podría ser un buen comienzo para que no lancen a la opinión pública a nuestra yugular directamente.

  2. Ole y ole. Me parece muy interesante tu primera observación: la organización.

    La Iglesia eso lo ha hecho a las mil maravillas, sobre todo cuando se ha sentido especialmente atacada (y ya va para casi un siglo y pico). En cambio, las feministas no podemos decir lo mismo. El propio movimiento feminista ha tenido dos momentos importantes y donde gozó de más o menos visibilidad social: a finales del XIX y principios del XX y en los años 60-70 del XX. En el caso de España, este segundo episodio quizá se alargó hasta un poco más tarde, los ochenta. Actualmente, no existe un movimiento feminista plenamente organizado: si acaso vemos de vez en cuado a alguna tipa del PSOE, que lo único que consigue es desprestigiar la lucha. Así que más que ayudar, joroban. El feminismo «institucionalizado», le llaman…

    España necesita ya de un movimiento feminista organizado y acorde a los nuevos objetivos del s. XXI (porque no nos vamos a engañar, hemos conseguido mucho de cara a las leyes, pero en la práctica vamos cada vez peor y más con esta crisis del demonio). Que alguien me corrija, pero sólo sigue con vida en este país la asociación de corte marxista que fundó Lidia Falcón…

    Y efectivamente, el feminismo nunca ha sido bienvenido de entrada, ni siquiera en las sociedades más avanzadas. Porque es por naturaleza radical y altera las tradiciones. El capitalismo ha disfrazado sus intenciones: proveyéndonos de objetos de consumo atractivos, ha creado una «nueva mujer moderna» que en la mayoría de los casos sólo lo es de fachada.

    Espero que continuemos con el debate y se incorporen más opiniones. Por lo pronto, abogo porque creemos una nueva asociación feminista en España, con voz propia y no subordinada a la ideología de ningún partido.

    Un saludo

    1. Pues debatir de esto a veces es muy decepcionante, no te lo voy a negar y tú lo sabes, no conozco a ninguna mujer (en mi entorno cara a cara) que piense como yo. la reacción al feminismo es muy fuerte porque pienso que es como si la sociedad, tras la abolición del esclavismo, necesita a alguien que haga lo que nadie quiere hacer y así se han montado su tinglado haciéndonos creer que nuestro lugar es la casa.

      ¿ Pero cómo podemos hacer una asociación? Yo me apunto a esa idea, si quieres la pensamos!!!!!

      1. De hecho, lo de situar a la mujer exclusivamente en la casa creo que hasta es de antes del esclavismo, ¿eh?. Mi teoría oscila en que como éramos por promedio más débiles físicamente y además (y sobre todo) éramos nosotras las que debíamos albergar a los bebés nueve meses en nuestro interior, llegó un momento en que se nos adjudicó como hábitat natural el hogar y las tareas «auxiliares». El «mundo exterior» o público quedó abierto en exclusiva para los hombres: crearon los dioses, las leyes, la filosofía…

        Siguiendo a S. de Beauvoir, pienso que la mujer tiene un deber para con la naturaleza (la procreación de nuevos seres humanos, sin ir más lejos) que le es mucho más difícil de eludir que al hombre. Por eso se sigue dando por hecho que el objetivo supremo en la vida de toda mujer es ser madre. Y aparte, a la «sociedad» le viene esto de lujo, ya que como tú comentabas, a partir de las diferencias físicas ésta se aprovecha para adjudicar los papeles que nadie quiere o que al menos hasta ahora los hombres no querían. Para ese tipo de sociedad tradicional (diseñada por y en beneficio de los varones) era lógicamente más cómodo contar con una mujer-esclava que se ocupara de las tareas del hogar y el cuidado de los hijos.

        En cuanto a lo de la asociación, yo por descontado, también me apuntaría. Creo que podemos reunir a bastantes personas, aunque por lo pronto necesitaríamos bastante asesoramiento. No sé, tú para empezar ya tienes un blog propio.

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