Vida y milagros del clítoris

Siguiendo la estela abierta por mi primera incursión en temas sexuales, quiero continuar con una oda a nuestro gran amigo: el clítoris.

Y es que esa pequeña cosita que tenemos entre las piernas, débil y poderosa a la vez, es la única parte del cuerpo humano (femenino y masculino) que sirve única y exclusivamente para el placer. Y como todo lo que tiene que ver con el cuerpo de la mujer y su placer, es tabú, está prohibido, está olvidado o sencillamente, se corta de raíz, como en el caso de la ablación.

Muchos hombres no saben ni diferenciarlo, muchos otros no entienden cómo estimularlo, otros ni se preocupan por él. En la sociedad falocéntrica que se impuso desde el inicio de la Historia el clítoris ha sido relegado a un tercer y cuarto plano como algo completamente inmoral. Él conlleva el placer sexual, nos hace llegar al orgasmo pero no hace nada más. ¿ Por qué está ahí? Como todo en el cuerpo humano y como sabemos los que estudiamos evolución, el cuerpo humano se deshace de todo lo que no tiene un uso práctico: ahí quedo nuestra cola, nuestro pelo, cada vez más las muelas del juicio… pero el clítoris se mantiene, generación tras generación, al servicio de nuestro placer.

Por lo que tengo entendido, el clítoris es un pene no desarrollado y al revés, un pene es un clítoris desarrollado. Cuando el feto pasa a ser masculino, el clítoris se pasa a pene y sino, se queda donde está. Supongo que por ahí viene que las mujeres lo tengamos porque es como algo compartido, lo que en el caso de los hombres tiene más usos. Pero bueno, este tema lo tengo un poco más verde, seguiré investigando y ya seguiremos comentando.

Lo que sabemos todas muy bien es que nos causa un placer enorme. ¿ De que nos sirve este placer? ¿ Por qué nos ha puesto Dios una cosa que solo es por el placer y encima pretenden que no lo usemos? ¿ Es como una tentación en nuestro cuerpo para que no caigamos en el pecado? Menuda estupidez. En un documental que vi una vez dijeron que el hecho de alcanzar el orgasmo con una pareja hace que la mujer piense que ese compañero es mejor que la que no le hace llegar al orgasmo porque en este caso, el compañero se ha esforzado por agradarla.

Pero yo quiero reivindicar el clítoris como un icono feminista. Un icono de nuestro cuerpo, hecho para el placer entre tantos problemas. Un cuerpo que no está supeditado a una función biológica, sino un cuerpo hecho para el disfrute, lejos del sexo reproductivo. Que siempre pensemos que tenemos algo en nuestro cuerpo que nos invita a satisfacernos, que podemos usarlo sin miedo en solitario y lo que es más, aprender a compartir su placer y a exigir que se le haga caso.

En muchos países lo cortan porque saben de que su poder. ¿ Acaso la reivindicación de su estimulación es algo peligroso? ¿ Si la mujer busca solo el placer en lugar de la reproducción en el sexo es algo malo? A lo largo de la Historia el papel de la mujer no solo ha sido degradado sino que su cuerpo se ha considerado el mal de todos los pecados, lo cual es ilógico teniendo en cuenta que se una mujer nacemos todos los seres humanos. Se ha tenido que enseñarles a las mujeres a negar su sexualidad ¿ por qué? porque se nos ha querido tener esclavizadas, creando pudor de nuestro propio cuerpo, un cuerpo que se hizo tanto para la reproducción como el placer.

En el siglo XIX se intentaron cuidar varias enfermedades estimulando el clítoris de las mujeres, para aliviar ciertas histerias. Yo ahora no me imagino yendo al médico a que me masturbe y así me quite la ansiedad, pero en esta época de hacía y de pronto todo cambió: el orgasmo entró en juego y se supo que producía muchos alivios y no solo sexuales. El orgasmo nos libera de tensiones, nos da una descarga de positivismo, nos da autoestima, nos mejora el riego sanguíneo, nos da mejor cutis, y como decía la gran Mae West, un orgasmo al día y nunca tendrás que ir al médico.

Así que nunca neguemos nuestro porpio placer, ni nuestro propio cuerpo, que muchas antes de nosotras no han disfrutado nada de nada. ¿ O nunca habéis oído a mujeres mayores diciendo que no sabían ni lo que era el orgasmo? Pues eso, que ser feminista no es solo reivindicar derechos laborales y sociales, es hacer que las mujeres seamos dueñas de nuestro cuerpo para hacer con él lo que nos venga en gana, lejos de esas carcas creencias que quisieron que no descubriéramos ese regalo de la evolución.