Los hombres también sufren el patriarcado

Tengo en clase un niño que el otro día se estaba riendo de otro porque éste tiene una chaqueta lila. Le decía que era una niña y el otro lloraba porque le estaban diciendo que era una niña. Esto tiene dos lecturas: una, que si desde los cinco años tienen tan claro que hay colores de niños y de niñas es un poco preocupante y dos, llorar porque te estén diciendo que eres una niña, si eres un niño, ¿ acaso está mal ser una niña? Como digo tienen cinco años pero son la imagen pura de la herencia del patriarcado que ya pone sus semillas en las generaciones futuras.

Un hombre que va de rosa, de lila, de colores de niñas. ¿ Es de ser gay? ¿ Es de ser un blandito? Tener gustos tradicionalmente atribuidos a la mujer, ¿ es rarito? ¿ hay que hacer un hombre de él? Veo niños con intereses muy diferentes a los que se supone que un niño ha de tener, pero a la vez, veo hombres adultos que nada tienen que ver con el típico varón cabeza-de-familia, inculcado por el patriarcado. ¿ Y qué pasa con ellos? Son hombres tan víctimas del patriarcado como nosotras. Hombres cuyos gustos, carácter, intereses, forma de ser, etc. se alejan de la imagen de ese hombre que ha de ser superior a la mujer, fuerte y con músculos, capaz de pegarse con alguien, de buscar pelea, de ganar el pan que sustenta a sus hijos y a su mujer como no lo hace nadie más.

Son hombres con una sensibilidad alejada de lo que se les ha dicho que han de ser. Son hombres que apoyan al feminismo por completo, a la libertad de la mujer ante todo, a hombres que quieren construir una sociedad igualitaria y que no les importa que su novia les sustente, que buscan ayuda, que admiten su debilidad, que lloran, que no tienen miedo a vivir una vida libre, hombres cultos, con sentido común, que han dejado el gen agresivo en el olvido y que construyen a su lado una red de tranquilidad e igualdad en el que nadie está excluído. Que por otro lado son los únicos hombres que yo quiero tener a mi alrededor.

Todas sabemos qué papel ha creado el patriarcado para el hombre. Siempre un paso por delante de la mujer, no se puede bajar de ese pedestal de autoridad pues se juegan su hombría. Han de darle hijos a la mujer, han de hacer de ella su esclava. Han de ningunear a la mujer que ha estudiado, han de ser fuertes y no mostrar nunca la debilidad. Prohibido llorar. Prohibido ser amoroso en público.

El patriarcado creó papeles muy concretos y definidos de lo que es masculino y lo que es femenino ( que se lo digan a los de la RAE, que en la sexta definición de la palabra Femenino dice: débil). Qué pena. Pero en nuestra mano está cambiarlo. Está en nuestra mano poder criar a las nuevas generaciones con unos patrones más sanos, igualitarios, sin caer en los errores de años atrás.