La educación

España tiene muchas lacras. Nunca se ha destacado en este país por ser modernos, abiertos, tolerantes o cualquier otro adjetivo que signifique dejar a los demás vivir en paz. La Iglesia ha metido mano durante siglos, los políticos, incluso algunos tan abanderados de las libertades como pudo ser Companys, se declaraban abiertamente en contra de los derechos de las mujeres. Nunca ha sido esta península un orgullo del intelecto, de la razón, de la inteligencia. Si exceptuamos algunas biografías, España ha sido siempre un país cerrado en lo suyo. Ya lo decía aquel tres siglos atrás: España es el único país donde dos más dos son cinco. Y no se equivocaba.

No negaré que me sorprende la revolución social que hoy en día se palpa. No por nada, sino porque aquí pocas veces nos hemos rebotado tanto. Eso siempre ha sido más cosa de los franceses. España hierve y es algo nuevo. Y como es algo nuevo no sabemos adónde nos llevará. Es lo que tiene abrir nuevos caminos. Pero esta revolución española sigue siendo patriarcal: se grita con la boca abierta contra los recortes, contra el sistema de financiación, contra los políticos, pero cosas como las manifestaciones contra la nueva ley del aborto no mueve ni a una centésima parte de los que salen por cuestiones laborales o de dinero. Y sinceramente, creo que es un todo. España es un país de ideas atrasadas en cuanto a la mujer, muy atrasadas y para muestar el botón de que el papel de la mujer, como ya sucedió en la República, está siempre aislado del debate, porque por mucho que pasen los años, la mujer tiene su sitio en el paritorio.

A todo esto quiero llegar a un par de cosas que he visto hoy y que me han dado qué pensar. Primero, estaba yo haciendo zapping mientras comía y he topado con el programucho este «De buena ley». Casualidades de la vida, estaban presentando el caso. Se conoce que un hombre ha pedido la custodia de su hija porque la madre de la criatura está con otra mujer y no quiere que su hija se críe en un ambiente tan poco adecuado. Con una pareja de lesbianas… así no se levanta España (esto es irónico). Total, que la gente se pone a opinar y claro, que adónde se va a llegar, si se crían los niños con homosexuales. Vamos, un ejemplo en toda regla del catetismo que inunda estas tierras. La mujer es quien ha de cuidar a los niños, pero si su pareja es otra mujer, esa mujer-madre pasa a ser mujer-ogro que no merece criar a sus hijos. No sé en qué ha acabado, lo he quitado pasado un minuto.

 

Pero es que ahora, leyendo El País, me he topado con una noticia que versa sobre un tema que ya leí hace tiempo: la imposibilidad de muchas familias de pagar los libros de texto de sus hijos. Esta situación no solo está logrando que muchas criaturas no puedan hacer deberes y todo lo que eso conlleva, sino que están pagando el plato de una pobreza que cada vez más azota a este país. Pobres pequeñines. De verdad, se me parte el corazón. Me da una rabia inmensa este tema: a ver, ¿tanto ha cambiado la Historia en los últimos diez años que los niños de primaria han de renovar por completo un libro cada curso? ¿ No podrían los libros de sociales ser útiles durante al menos, cuatro cursos? Quiero decir, en primaria, durante un tiempo, siempre se hablarará de lo mismo, porque el mundo no va tan deprisa. Pero es necesario el dinero, porque los negocios no esperan. ¿ No hay otro sistema menos caro que los libros de texto para que las familias no se ahorquen con su compra?

Muchos niños no llevan los libros al colegio, lo que les crea no solo una sensación de diferencia o de inferioridad, sino que merma su estudio. ¿Y es eso justo? ¿ Es justo que los niños paguen este precio? La educación es primordial, imprescindible y la piedra angular para que este país salga adelante. ¿ Qué generaciones estamos creando?

“Acabo de recibir a una madre que venía con una nota del profesor: ‘Su hijo no trae los libros y no hace las tareas’. ‘Pero es que yo no puedo comprárselos’, me ha dicho”, relataba este viernes la pedagoga María Paz Pardillos, coordinadora del programa de infancia de Cáritas Segovia. En las últimas dos semanas ha recibido 52 peticiones de ayuda para la vuelta al cole. “En situaciones de crisis, los niños son los más vulnerables y a veces sus necesidades quedan en segundo plano. Primero hay que pagar el alquiler, la comida. Los libros tienen que esperar”.

El País, 30 de septiembre de 2012

¿ No es esto algo muy injusto? La educación es lo que nos dará un futuro mejor. La educación permitirá no solo que los niños no repitan las equivocaciones de siglos sin formación, sino que la educación nos hará mejores ciudadanos, ciudadanos que no tendrán prejuicios sobre con quien cuida la gente a sus hijos. Y sobre todo, impedir que los niños sufran las injusticias de las clases sociales que durante tanto tiempo han marcado nuestra sociedad.

Un comentario en “La educación

  1. De acuerdo en todo, aunque me gustaría puntualizar que:

    1. En España nos hemos movido muchas veces durante nuestra historia, nos hemos rebelado fieramente cuando, eso sí, tuvimos conciencia de un problema común. Me estoy refiriendo sobre todo, por supuesto, a las clases populares. Actualmente, está claro que el individualismo radical ha vencido, y es complicado que nos unamos por algo que toque más allá que los bolsillos propios. Todos estos años hemos visto cómo los españolitos nos preocupábamos más de votar a corto plazo y vendernos por cuatro perras que por medidas que contribuyeran al bien común.

    2. Yo soy de la opinión de que el movimiento 15M es feminista. Quizá dé por hecho muchas cosas sobre el tema, pero la inmensa mayoría de la gente que medra ahí apuesta por la plena igualdad. Todas esas noticias sobre violaciones de manifestantes y demás fueron otra mentira más de los medios de comunicación de masas para tenernos asustaditos en casa, sin salir. En la última marcha, hubo una representación importante, una columna, de la marea violeta. Somos pocas, pero todavía seguimos ahí. 😉 ¡Ánimo!

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