Rentrée feminista

Buenas!!!! Sí, sé que me he tomado unas vacaciones un poco largas, pero eso sí, no he dejado de pensar ni un solo día.

Pensar en todo: en lo que veo, en lo que leo, en lo que sucede alrededor. Y todo ha dado para mucho.

Primero me gustaría comentar un anuncio que hemos podido ver este verano por televisión ( y que aún se retransmite), perteneciente a la famosa cadena de restaurantes rápidos americana. Y no es que quiera criticar su comida (eso, otro día) sino que me postulo a favor de esa suegra con cara de arpía que mientras comen, le dice a su yerno que sea él quien vaya a acostar a la niña en lugar de su mujer.

Qué queréis que os diga, ¡¡¡ más suegras como esas debería haber!!! Basta ya de que la mujer sea la que siempre tenga que dar el primer paso, sacrificarse y tener que hacerlo todo a los niños mientras los padres se tocan los huevos a dos manos. ¿ Qué pasa? ¿ Que te jode cuidar de tus hijos? ¿ Te jode levantarte de la mesa para ir con ellos? Pues mira, te ha tocado una suegra que se da cuenta de que eres un vago y que eludes responsabilidades, como total, ya está la madre para estar por ellos.

¡¡ Qué suegra!! Y es que es genial: me encanta pensar que el que hizo el anuncio es un tío, que pensó que lo peor que le podría pasar es que su suegra le dijera que estuviera por sus hijos, una suegra que le obligara a hacer cosas cuando él suda de sus hijos. Pero no, yo no lo veo así. Creo que es ideal que las mujeres dejen mal a esos hombres que se creen que por ser hombres no han de cuidar a las criaturas. Señor publicista, no ha hecho un anuncio de una suegra arpía, sino un anuncio de una suegra como debería haber más.

Y diríes, ¡ joder! Pero es que últimamente me estoy dando cuenta, en la vida real, que hay tantos hombres así: de esos que tiene hijos pero después los lanzan a los brazos de cualquiera que los cuide para que ellos puedan serguir jugando con la Play Station. Los hay a pares, a decenas, a miles. Son la mayoría de esos hombres en la treintena que no quieren hacer nada pero han tenido hijos, pues mira, sin pensar. Me los encuentro bastante y encima tienen la cara dura de preguntarme si yo no quiero hijos: no, no quiero, pero menos aún con hombres como vosotros, vagos, que no sois más que vagos.

En fin. El segundo punto a destacar es esa espada de Damocles que baila encima de nuestras cabezas desde hace meses y que debería haberse hecho realidad en septiembre, que es la temida nueva ley del aborto. Vaya. Estamos esperando que algo suceda pero de momento nadie mueve ficha. No es que yo tenga prisa, ojalá podamos tener la que tenemos hasta el fin de los tiempos. Pero sabemos que los peperos no nos van a dejar y menos el señor Gallardón, quien se ve, tiene que tener una fijación por las abortistas más grande que los americanos con los comunistas. Seguiremos esperando acontecimientos pero de momento sé que los próximos días va a haber manifestaciones feministas en España en pos de nuestros derechos como personas. Aunque me temo que en el amasijo de problemas que tenemos en la España actual, el hecho de que un óvulo se aborte o no, importa bien poco a nuestra sociedad. Nuestro gobierno nos quiere en casa con la pata quebrada como ya lo fueron sus madres y abuelas y eso no se lo vamos a consentir jamás.

Por otra parte he de confesar que últimamente estoy tragando un poco de tele, más de lo que debería. Ayer haciendo zapping me encontré con dos momentos, que os prometo, me detuve a ver, aunque no sea algo de lo que me sienta orgullosa. Si lo miro por la parte positiva, no está mal pensar que si no busco en este mundo de hoy, no veré sus problemas. El primero es esa especie de programa-burdel llamado Hombres y mujeres. De repente llego a un canal de la TDT y me veo a un chico y una chica discutiendo porque ella se ve que le ha dado un morreo a uno de sus pretendientes en el plató y este otro chico está enfadado por lo que ella ha hecho. Ella se defiende con una excusa muy peregrina: que como está en plató, con la gente, se ha visto presionada y lo ha hecho por la presión del qué dirán, la presión del momento.

Me gustaría tener a esta chica delante no solo para decirle un par de cosas, sino para dejarle muy claro que la presión nunca nos debe llevar a tener contacto carnal con uno o con otro. Que eso se hace solo porque tú quieras, no porque los demás te lleven a ello. Claro, que a las chicas que regentan estos programas habría que hacerles un curso intensivo de lo que significa ser mujer. Y a los hombres otro de qué significa ser hombre.

El otro punto televisivo que presencié es esa maravilla de Embarazada a los 16 de la MTV, que vale su peso en oro. Volvían 18 meses después a ve a una de las chicas que fue madre, y cuenta a la cámara que once meses después de nacer su hija, se habían vuelto a quedar embarazada pero abortó. Genial. Qué ejemplo. Qué educación. No solo la cagas una vez sino que a los once meses la vuelves a liar. Pero ¿ eres tonta tía? ¿ no has aprendido nada? Encima la amiga le decía que lo había hecho mal, que no debería haber abortado. Con amigos así quién quiere enemigos.

Así que de momento empezamos curso feminista a la espera de una ley que nos ha de deportar a los años de Isabel II y que nos transportará a los mejores años del franquismo. ¡¡ Qué país este!!

Y para colmo Russian Red promueve la anorexia desde Twitter. Ella se defiende diciendo que la han sacado de contexto. ¿ Perdón? ¡ Es Twitter! ¿ Qué contexto tiene algo de Twitter que has colgado tú? Lo que hay que aguantar.

Un comentario en “Rentrée feminista

  1. Está la cosa en general… cómo para quedarse esperando a ver qué pasa. Y en cuestiones sobre derechos de las mujeres más todavía. De todas maneras, no esperemos un apoyo ferviente. Son «cosas de mujeres» y ya se sabe, perfectamente prescindibles.

    No obstante, como siempre digo, son las minorías las que tiran hacia delante del progreso humano, aunque en el camino los demás nos vayan poniendo zancadillas. En esos momentos, sólo pensemos que somos nosotras las que estamos haciendo lo correcto.

    ¡Un besote!

    P.D. No veas tanto «reality», que muchas veces de realidad tienen poco… 😉

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